(Roma, 2013)
Cristos, santos, vírgenes y ángeles conforman el elenco católico de “Roma rima con Sodoma”. Lo completan acólitos primates, naves espaciales y eróticas vedettes. Un ojo apresurado podría pensar en una de esas provocaciones anti-clericales que desde este nuevo siglo se profieren con ligereza. Por el contrario, solo un observador atento repara en las preguntas teológicas que Pedraza pinta con sigilo como alegorías coloridas en sus lienzos: ¿Qué fue de la gravedad de los tabús de antes? ¿Qué looks tendrán los tótems de después? ¿Qué hay que crear para creer?